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martes, 16 de abril de 2013

Hombre se prende fuego tras pelear con su esposa


Hombre se prende fuego tras pelear con su esposaNuevo León.- Frente a la escuela de sus hijos y a la vista de por lo menos 50 comerciantes y clientes de un mercado rodante, un hombre se prendió fuego ayer tras rociarse con thinner, presuntamente por los problemas que tiene con su esposa, en Guadalupe.
Luego de envolverse en llamas, Norberto Moreno Rodríguez, de 30 años de edad, comenzó a gritar y alcanzó a caminar unos 15 metros, hasta que cayó al pavimento, donde fue auxiliado por algunas personas.
Con botes de agua y hasta un garrafón, los dueños de los puestos informales mojaron al hombre, pero el fuego no cesaba por la cantidad de thinner que se había rociado, según testigos.
“Los gritos eran horribles, gritaba y gritaba del dolor”, contó un comerciante, “le echábamos agua y agua pero como el thinner se prendía más”.
El reporte de los hechos fue recibido en la Cruz Roja a las 11:30 horas en Zaragoza y Río Nazas, en la Colonia Xochimilco, frente a la Escuela Primaria Venustiano Carranza.
Vecinos señalaron que en ese plantel educativo estudian los hijos del lesionado, a quienes les había dejado el almuerzo. Algunos testigos aseguraron que Moreno Rodríguez incluso se despidió de los menores, diciéndoles que se iba a matar.
Cuando los socorristas de la Cruz Roja llegaron, las llamas que envolvían al hombre ya habían sido apagadas por los comerciantes, y por la gravedad que presentaba fue llevado al Hospital Universitario.
De acuerdo con una fuente, el lesionado sufrió quemaduras de primero y segundo grado en el 45 por ciento del cuerpo, principalmente en la cabeza, rostro, abdomen, espalda y brazos.
Al lugar llegó la esposa de Moreno Rodríguez, quien le recriminó a gritos lo que hizo por los problemas sentimentales que tienen, dijo un testigo a la Policía. El hombre tiene su domicilio en la Colonia Ciudad CROC, aledaña al citado sector, por lo que al sitio también llegaron algunos de sus familiares.
“Estaba discutiendo con su esposa aquí en la esquina”, narró una comerciante, “ella se fue a su casa y él fue a la escuela”. “Ya traía la botella pero pensábamos que era agua… se la echó toda encima y se prendió con un encendedor”.

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